Abandonar el Barrio cuesta. Es una decisión que pone a los desertores a merced de la que fuera su pandilla, de la pandilla rival, de la Policía y de unas sociedades centroamericanas a las que les es difícil perdonar a los que han hecho daño, aunque se arrepientan. Y entonces, para los expandilleros, el futuro es incierto y el día a día es una lucha constante para llevar el pan hasta sus casas. Esta historia pertenece al libro Crónicas Negras de la Sala Negra de El Faro (Aguilar, Editorial Santillana).