La mañana del tres de noviembre de 1887 entraron los tres primeros reclusos a la Penitenciaria Central de La Esperanza, en su antigua ubicación en el centro de la capital. Desde entonces, la cifra de internos ha llegado a los 4.738 reos en el actual penal que fue mudado en 1972 al cantón San Luis Mariona, hombres que van desde asesinos múltiples hasta aquellos condenados por pequeños hurtos. Es de noche, después del encierro, cuando Mariona queda desnuda y muestra su infraestructura de película de terror.