Entrevistas / Pandillas
“Hay cipotes que solo matar saben; no es tan sencillo calmarse de un día para otro”

Han pasado casi cinco meses desde que la decisión gubernamental de trasladar a las estructuras de mando de las pandillas activó un cese el fuego entre la Mara Salvatrucha-13 y el Barrio 18. Para conocer de primera mano la evolución e interioridades del proceso, El Faro entrevistó a cuatro voceros nacionales del Barrio 18 encarcelados en el penal de Izalco, quienes reiteraron el compromiso de mantener la tregua y la solicitud al gobierno de instalar una mesa formal de negociación. Entre líneas dicen mucho más…


Fecha inválida
Roberto Valencia

De izquierda a derecha: Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas; José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón; y César Daniel Renderos Díaz, (a) Muerto de Las Palmas. Foto Pau Coll.
 
De izquierda a derecha: Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas; José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón; y César Daniel Renderos Díaz, (a) Muerto de Las Palmas. Foto Pau Coll.

Han transcurrido ya cinco meses de tregua entre las dos principales pandillas de El Salvador. Los líderes del Barrio 18 rebosan satisfacción por lo avanzado, incluso logran por momentos transmitir optimismo sobre el proceso: argumentan que las cifras oficiales hablan de un desplome en los indicadores delictivos, creen que “la gente más humilde” celebra la iniciativa, aseguran que la disidencia al interior de su pandilla ha desaparecido, y piden con descaro una mesa de negociación con el ministro David Munguía Payés. Este entusiasmo cristaliza en frases de indudable sonoridad, como “La idea es entregar todas las armas”, “Todo lo estamos haciendo por el pueblo salvadoreño” o “Queremos llegar hasta el final”.

Pero el optimismo es lo que se deduce nomás de la lectura superficial de sus primeras respuestas. Si se escarba un poco, aparece un mal disimulado resentimiento hacia el Estado en general y la Policía Nacional Civil (PNC) en particular, también un resquemor hacia el papel jugado por los medios de comunicación en el proceso, y una velada confesión de que resulta imposible controlar por completo a miles de jóvenes a los que por años se les inculcó “matar y matar”.

Esta entrevista se desarrolló en la mañana del viernes 27 de julio, en un pequeño cuarto del Centro Penal de Izalco, en el departamento de Sonsonate. Enfrente, con las esposas en los tobillos, justo sobre unas radiantes Nike Cortez, cuatro de los voceros nacionales del Barrio 18, de las dos facciones –Sureños y Revolucionarios–, los cuatro condenados por delitos de sangre, los cuatro veteranos ya, viejos. Había canas y arrugas, en claro contraste con lo que uno ve cuando está frente a miembros del mismo Barrio 18 en una comunidad.

La voz cantante en los casi 90 minutos de plática la llevaron Óscar Armando Reyes Aguilera, (a) Sharky, y Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas. Intervino en menor medida José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón, y quien hizo menos uso de la palabra fue César Daniel Renderos Díaz, (a) el Muerto de Las Palmas. Cuatro pesos pesados dentro del Barrio 18. El tono de la entrevista –gestionada desde mediados de junio– fue cordial, sin tensiones innecesarias, y con unos entrevistados bien predispuestos, algo que siempre se agradece.

Retirado el envoltorio de los buenos deseos, lo que algunos ya llaman “proceso de paz” se percibe aún frágil y quebradizo, pero vivo contra todo pronóstico. Un detalle significativo: a lo que los pandilleros vivían antes del 8 de marzo de 2012 lo llaman ya el “tiempo de guerra”.

Lo primero que quisiera saber es cómo se informan aquí adentro sobre lo que se dice y se escribe de la tregua.
Óscar Armando Reyes Aguilera, (a) Sharky: Tenemos tres vías: una son los televisores que tenemos acá; otra, la que más usamos, son nuestros familiares, porque les hemos hecho ver que nos interesa todo lo que se oye sobre este proceso; y también los facilitadores nos dan información.

Camino de los cinco meses de tregua, ¿creen haber cumplido los compromisos adquiridos?
Sharky: Los hechos hablan más que las palabras. Esto empezó con una tregua entre las pandillas; un cese al fuego, mejor dicho, porque al principio ni tregua se llamaba. Ese fue el primer paso, y de 14 muertos diarios llegamos a un mínimo de 5. Las estadísticas hablan, creo que no tenemos que decir mucho nosotros… aunque sigue habiendo gente que no cree.

Ustedes creen haber cumplido, pero ¿creen que la sociedad salvadoreña cree que ustedes cumplen?
Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas: Sabemos que un porcentaje aún piensa que esto no va en serio.

Y los escépticos, según ustedes, ¿son mayoría o minoría?
José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón: La gente humilde, la gente más pobre, es la que más cree que estamos cumpliendo, y que vamos a seguir cumpliendo los compromisos al pie de la letra.

Los salvadoreños con acceso continuo a internet son una fracción de la sociedad, y seguramente la que menos sufre a las pandillas, pero en las redes sociales el rechazo al proceso parece mayoritario.
Sharky: Quizá. Mi esposa me ha contado que cuando nos sentamos con el secretario general de la OEA hubo gente que lo criticó, pero queremos creer que, en el conjunto de la sociedad, esas voces críticas son minoría. Siempre, en todo, va a haber un grupo que no está de acuerdo. Y siempre va a haber un grupo que tratará de echar esto abajo. En cuanto al pueblo, es cierto que aún hay rechazo, pero lo comprendemos porque dar un giro de 180 grados, y hacerlo de un día para otro, es de esperar que genere dudas.

¿Cómo valoran el papel de los medios de comunicación?
Sharky: Los medios, en general, no están ayudando. Y que quede claro que no estamos pidiendo que nos crean a nosotros, así nomás, sino que informen lo que se está viviendo en las comunidades, que sean transparentes, que no miren solo a un lado. En el discurso que di ante los medios aquí, en el Sector 1 (el 19 de junio, cuando se leyó el tercer comunicado conjunto), yo dije que las pandillas hemos llegado a un momento de concienciación, de reflexión, y que sabemos que hemos hecho mucho daño al pueblo salvadoreño. Y fíjate que pedir perdón y perdón y perdón tal vez no es la característica de nosotros, pero lo pedimos porque este es nuestro país, ¿entiendes? Este también es nuestro pueblo y aquí viven nuestros hijos.
Guasón: Los medios informativos masivos podrían convencer más rápidamente a los salvadoreños de los beneficios de la nueva situación, solo con dar una información veraz, y hasta ahora eso no está sucediendo.

En ese comunicado de mediados de junio emplazaron a la sociedad y al Estado a profundizar este proceso. ¿Han obtenido respuestas?
Chino Tres Colas: Aún no nos han respondido nada, ni las organizaciones ni el gobierno.
Sharky: Con el Estado directamente no hemos negociado. Lo que hemos tenido hasta ahora es una tregua entre las pandillas. Sentarnos a platicar con el Estado en sí sería el segundo paso, pero hasta ahora no hemos negociado nada con ellos…

De manera indirecta, sí…
Sharky: Ni de manera indirecta ni directa. Con el Estado no hemos negociado aún.

Para ustedes entonces el retiro de la Fuerza Armada de las cárceles o la salida de los líderes de las pandillas de Zacatraz se habrían dado aunque no existiera tregua.
Sharky: Todo lo que nos han regresado nos corresponde por derecho. Si estás hablando de íntima nocturna, por derecho nos corresponde. Si estás hablando de las visitas de nuestros hijos, la misma Constitución y la ley penitenciaria las reconocen. Sobre el retiro de los militares, en ningún lado se dice que la Fuerza Armada tiene como misión cuidar las cárceles…

Pero esos cambios el gobierno los ha concedido desde que inició la tregua, no antes.
Sharky: Hace como dos años hubo en San Salvador una marcha de familiares de nosotros, y esa marcha fue por los castigos al margen de la ley que el gobierno nos hacía: nos quitaron a los hijos, nos quitaron el ingreso de comida, nos quitaron la íntima y otro montón de cosas. Y aquella marcha se hizo sin que hubiera tregua ni convenio entre pandillas ni nada.
Guasón: Quiero añadir algo. Si todo ese dinero que el Estado ha desembolsado para desplegar a los militares en las cárceles, para reprimirnos, para pagar a tanto soldado… si todo eso lo hubieran invertido en medicinas o en abrir más escuelas, seguro que hubiera sido una mejor inversión. Era obvio que el Estado tenía que retirar de las cárceles a la Fuerza Armada, y si decidió retirarlos, lo hizo porque le convenía.

Para no atorarnos llamaré “gestos de buena voluntad” a esas concesiones del gobierno. ¿Eran lo que esperaban o aún falta?
Sharky: Yo quiero que quede bien claro que esto no lo hemos hecho ni por el gobierno ni siquiera por nosotros, sino por el mismo pueblo salvadoreño, ¿me entiendes? Nunca lo hicimos pensando en que iban a regalar cosas que, ¿veá? Esas cosas han venido por sí mismas. Muchos aún no se dan cuenta de la magnitud de este proceso. A veces yo me pongo a pesar y me pregunto: ¿por qué empresarios, columnistas o gente del gobierno se oponen? ¿Y sabes por qué es? Porque la inseguridad es un negocio, y en este país muchos viven de la inseguridad. Hay millones metidos en esto, y si la delincuencia se acabara en El Salvador, muchos no tendrían de dónde comer.

Óscar Armando Reyes Aguilera (a) Sharky. Foto Pau Coll.
 
Óscar Armando Reyes Aguilera (a) Sharky. Foto Pau Coll.

¿Cómo evalúan el papel de la Policía? Parece incluso que ahora hay más operativos que antes.
Guasón: La Policía no es una sola cosa. Hay comisionados y mandos medios que actúan de una u otra forma, y la PNC ha actuado de manera distinta en unos departamentos, en unas delegaciones, que en otros. Algunos quieren que el proceso de paz continúe, pero hay otros que no, que siguen aplicando la ley de proscripción, los allanamientos de morada… Si uno ve dónde están haciendo más operativos, ahí verá qué comisionados quieren o no que esto que se está construyendo termine. Lo que estamos haciendo nosotros es por llevar la paz a todas las comunidades, en la medida de lo posible, pero hay personas que parece que no quieren eso.
Chino Tres Colas: La Policía está actuando con un doble sentido. Nosotros estamos diciendo a nuestra gente: cálmense, cálmense; pero hay policías que están pretendiendo que tal vez los homeboys se desesperen y empiecen a hacer desórdenes. Está claro que hay gente dentro de la PNC que no está de acuerdo con este proceso.
Guasón: Si usted hace un análisis, casi todo el pueblo que es cristiano, sobre todo la gente que vive en las comunidades, está a favor de que haya paz en El Salvador, pero hay gente que quiere que los pobres estemos en guerra, y ahí no solo incluyo a pandilleros; también a pequeñas bandas delincuenciales.
Chino Tres Colas: La violencia siempre ha sido un negocio. Combatirla es un negocio, reprimirla es un negocio, y ahora hasta la reinserción y la rehabilitación se han convertido en un negocio para muchas oenegés y organizaciones.

En todos sus comunicados han puesto énfasis en el tema de la reinserción social y laboral. ¿Qué avances ha habido en esa línea?
Sharky: Sinceramente, no hemos tenido ninguna respuesta. Pero sabemos que esto es un proceso, y como en cualquier proceso hay elementos que se verán a corto, a mediano y a largo plazo.
Chino Tres Colas: Yo se lo voy a decir más claro: en el tema de la reinserción no hemos recibido nada.

Pero ustedes prácticamente amarraron el cese de las extorsiones a la reinserción…
Sharky: Y nos mantenemos igual. Acordate que tenemos que sobrevivir de algo. Quiérase o no, las cosas que están, están, pero para empezar a soltar cosas nosotros, nos tienen que dar. ¿Entiendes? Porque, ¿cuántos miembros de las pandillas hay en El Salvador? Somos miles, y tenemos familias que hay que mantener.

Hablemos sobre las víctimas de los pandilleros, que en su mayoría son ese mismo pueblo humilde que ahora parece preocuparles tanto.
Sharky: Todo esto lo estamos haciendo por el pueblo salvadoreño.

Las pandillas tienen en sus canchas verdaderas estructuras del miedo. ¿Es ese miedo el que hace que un comerciante pague renta o que una familia huya de la comunidad si la pandilla lo ordena?
(Nadie responde. El silencio lo interpreto como un sí.)

Esas acciones son en contra del pueblo humilde que ahora dicen defender. Y la tregua no ha evitado que a ese pueblo se le siga echando de sus casas o se le cobre renta. ¿Dentro del proceso se contempla desmontar esas estructuras del miedo?
César Daniel Renderos Díaz, (a) Muerto de Las Palmas: Hablo por nosotros, como 18, ¿va? Si estamos trabajando en esto, es por el pueblo, no por empresarios ni personas así, a las que no les interesa este proyecto porque solo buscan su bienestar, su dinero, y lo único que han logrado es incrementar el delito, ¿m’entendés? A nuestros homeboys se les ha dicho que dejen de hacer todo eso que mencionás, ¿va? Mi cancha es Las Palmas y ahí podés ir y hablar con las vendedoras, y verás que no se está cobrando. Y si algún homeboy lo hace, se le castiga.

Les puedo asegurar que las pandillas siguen extorsionando a vendedoras que ganan 3 o 5 dólares al día. ¿Me están diciendo que han girado órdenes para no hacerlo?
Muerto: Esto lo estamos haciendo por el pueblo, ¿m’entendés? Más que todo por la pobreza, ¿m’entendés? Podés ir a Las Palmas y preguntar a vendedoras de queso, por decir algo, las que llevan su canasto, y te dirán que no se les está cobrando renta. Y si tenés alguna queja concreta, decime dónde y lo corregimos, ¿m’entendés?

Desconozco el caso de Las Palmas, pero ¿quieren venderme que ya no extorsionan a pequeños comerciantes? Me consta que sí lo hacen…
Guasón: Es que hay un problema. Si desde un principio la gente ya quedó acostumbrada, desde el tiempo de guerra, a entregar un dólar, exigido, quizá lo siguen dando.

Un inciso: ¿ustedes llaman “tiempo de guerra” a lo que había antes del 8 de marzo?
Guasón y Sharky: Así es…

Bien, pero me interesa que quede claro este punto de las extorsiones: ¿el Barrio 18 ha girado instrucciones para no pedir renta al menos a la gente más humilde?
Chino Tres Colas: Sí, pero acordate que esto es un proceso y que hay mucho cipote loco ahí afuera, a los que cuesta convencer de que dejen de hacer eso. Algunas actitudes no se cambian de un día para otro.

En los mercados del centro de Mejicanos y de Soyapango se sigue pidiendo renta.
Sharky: En este proceso… ¿cómo te puedo decir? Hay cosas que realmente se nos salen de las manos, y hay que ser caballerosos al decirlo. Hay cositas de las que no nos damos cuenta desde acá adentro, como esas zonas que mencionas, pero ya vamos a tomar cartas en el asunto, ¿va? Es bueno que se nos comuniquen esas cosas. El compañero te ha dicho, y es cierto, que han tirado órdenes de que al pobre no se le pida nada; a la vendedora, digamos.

¿Desde el 8 de marzo eso?
Sharky: No, eso ha sido hace poco, en julio.

Foto Pau Coll.
 
Foto Pau Coll.

¿Cómo evalúan el papel de los mediadores: monseñor Colindres y Raúl Mijango?
Sharky: Fundamental. Fíjate que el grito para terminar la guerra entre las pandillas lo veníamos dando desde hace un montón de tiempo, pero no nos escucharon y respondieron con mano dura, con mano aguada, con un montón de cosas, ¿me entiendes? Pero Fabio Colindres y Raúl Mijango pusieron atentos los oídos para escuchar lo que las pandillas estaban diciendo desde hace años. Han hecho un gran trabajo y, te voy a ser sincero, nosotros los admiramos. Lo único que hicieron fue escuchar, mientras otros siguen diciendo que no hay que sentarse con pandilleros, ¿va? Mas sin embargo, si fuéramos un poquito inteligentes, esta es la solución para El Salvador. Esto no es una pequeña tregua, y sabemos que la Policía está haciendo un montón de acosos para desesperar a nuestra gente, pero tenemos el convencimiento de llegar al final.

¿Quién debería sentarse a la mesa de diálogo que están pidiendo? ¿Tienen cabida ellos Mijango y Colindres?
Chino Tres Colas: Un ejemplo: si estamos pidiendo que se quite la represión contra los homeboys, ¿quién decide eso? ¿Quién manda sobre la Policía? Pues esa persona debería sentarse a negociar: el ministro, o alguien de su confianza…
Sharky: Pero si a Raúl Mijango y a Fabio Colindes les dieran la autoridad para representar al gobierno, bienvenido sea, ¿veá?

Las pandillas se han reunido con el mismísimo secretario general de la OEA, pero no con representantes del gobierno salvadoreño. ¿Tiene explicación eso?
Sharky: Imagínate que personas con ese poder, con ese prestigio internacionalmente hablando, ven con buenos ojos el proceso. No sé por qué los mismos salvadoreños no podemos aportar nuestro granito de arena, dar el voto de confianza para que esto siga adelante.

Precisamente tras la visita de Insulza se filtró la lista con las demandas que las pandillas hacen al Estado. ¿La tregua tiene fecha de caducidad? ¿Está amarrada a la instalación de esa mesa de negociación?
Guasón: No tiene fecha de caducidad. Y lo de incluir a más actores tiene que ver con que en El Salvador somos millones de personas, y no puede ser que un grupo de pandilleros, tanto de la MS como dieciochos, sean los únicos que siembren un proceso de paz. La paz nos compete a nosotros, y nuestra parte la estamos haciendo, pero también le compete al presidente de la República, al microempresario, que tomen conciencia de lo importante que es solucionar los conflictos que hay en El Salvador, que vienen desde hace décadas. Sembrar la paz no corresponde solo a las pandillas.

¿Qué pasará si no se concreta esa mesa de negociación?
Chino Tres Colas: Desde el momento en que hemos llegado a acuerdos con la otra pandilla es porque estamos convencidos de que el país necesitaba un cambio…
Sharky: Para serte un poco más directo, ahora estamos en el paso del cese al fuego, de bajar los homicidios, y nosotros estamos cumpliendo para demostrar que sí queremos ese cambio. El segundo paso, para el que nosotros ya estamos dispuestos, sería sentarnos a platicar con el Estado. Ahorita estamos dispuestos a mantenernos igual, con el cese el fuego, pero para seguir avanzado es necesaria la intervención directa del Estado en una mesa de negociación.

Sobre las peticiones concretas, trascendió que piden que la PNC solo haga detenciones en flagrancia. ¿Están pidiendo que la Policía deje de investigar?
Sharky: No, no estamos pidiendo eso. Si algún pandillero es investigado y sale culpable de algún delito, aunque sea viejo, va para adentro; con eso no hay problemas. Lo que pedimos es que termine el acoso policial. Imagínate que a cada momento hay operativos, redadas, cateos a nuestras casas, se llevan a nuestros familiares, ¿entiendes? Y tal vez ellos no tienen nada que ver. Imagínate todo lo que estamos poniendo nosotros para que este proceso se lleve a cabo, mas sin embargo, fíjate cómo está presionando el gobierno, de una y mil maneras, y luego están los grupos de exterminio y otro montón de cosas. Se sigue dando eso de que los policías agarran a un homeboy de la 18 y lo tiran en una cancha de la MS, o al revés… ¿Y para qué? Pues para que entremos en controversia y luego alguien diga: ¿ve? Se están matando. Nosotros verificamos todos los muertos, y en muchos las pandillas no tienen nada que ver, sino que hay grupos que están tratando de boicotear esta cosa. Lo que pedimos es que si un homeboy comete delitos o tiene clavos pendientes, como decimos nosotros, que pague según la ley, pero eso no da derecho al acoso policial.

También piden que desaparezca la figura del testigo criteriado, que sería como quitar a la Fiscalía su principal herramienta de trabajo.
Sharky: ¿Qué tanta veracidad puede tener un testigo criteriado?

Es alguien que en teoría estuvo presente en los hechos juzgados, que incluso participó.
Sharky: Pero no es siempre así. El criterio lo dan a personas que muchas veces ni participaron, que oyeron nomás, y si es alguien está resentido y empieza a mencionar a un montón de gente que nada que ver… ¿Por qué peleamos por la eliminación del testigo criteriado? Porque ya se ha dado que por un testigo tenemos grandes estructuras de homies envueltos en un montón de delitos, y nada que ver, pues. Así: nada que ver.

Otra de sus peticiones que suena atrevida es exigir el acuartelamiento de la Fuerza Armada.
Sharky: ¿Sabe lo que acaban de hacer los militares hace poco en el área de San Salvador? Agarraron a un morrito de 12 años, en nuestra cancha, lo hincaron en el suelo y lo empezaron a golpear delante de toda la gente. Cuando algunas señoras intentaron pararlo, les sacaron el 16 (el fusil de asalto M-16) y les dijeron viejas alcahuetas y un montón de insultos. Son cosas que están pasando en muchos lugares del país.
Chino Tres Colas: Pero no hay por qué escandalizarse tanto por esas peticiones. Cuando el secretario general de la OEA las escuchó, se mostró esperanzado y dijo que darían todo el apoyo posible…

Mucha gente cree que los pandilleros no son interlocutores confiables.
Sharky: Los protagonistas del proceso hasta la fecha hemos sido las pandillas, y en las pandillas la palabra es la prenda más valiosa, y hoy nuestra palabra está empeñada en que nos vamos a mantener, ¿entiendes? Por eso le volvemos a hacer nuevamente el llamado al Estado a que se instale la mesa, pues.

Hemos hablado de las demandas, pero también hay ofrecimientos. El más esperado sería reducir todos los hechos delictivos.
Sharky: Hasta donde se pueda, porque en El Salvador no solo los pandilleros delinquen. Aquí hay bandas organizadas de secuestradores, hay roba-bancos, hay sicariato, hay mafias, redes de narcotráfico… o sea, hay un montón de gente que mata. Sería bueno que el Estado comenzara a investigar, porque se puede dar que nosotros estemos encuartelando a nuestros miembros y otra gente siga asesinando igual o más. El crimen organizado no tiene ni la organización ni las estructuras que tenemos, y nosotros sí podemos manejarlas.

Sobre el desarme. Ya se procedió a la entrega de 78 armas. ¿Se seguirá por ese camino?
Sharky: Si se llega al final del proceso, la idea es entregar todas las armas.

Sobre la arraigada costumbre pandilleril de enterrar a algunas de sus víctimas. ¿Está en discusión revelar dónde están esos cementerios clandestinos?
Sharky: Todo se puede ver y discutir en el proceso. Queremos llegar hasta el final, pero en ese tema en concreto todo pasaría por asegurar a los militantes de las pandillas.

 

Hablemos de cómo están viviendo la tregua los pandilleros en la libre. A ellos, ¿qué es lo que les genera más ruido?
Chino Tres Colas: La Policía.
Sharky: Los operativos, los allanamientos… Nosotros fuimos claros con los homeboys y desde el inicio les dijimos que si alguno cometía un error, que luego no empezara a llorar. Quiérase o no, la Policía tiene que hacer su trabajo. El ruido se genera cuando hay atropellos en las canchas.
Chino Tres Colas: Los reclamos vienen cuando la Policía agarra a balazos a un homie sin haber hecho nada.

¿Quién mata a los pandilleros que siguen muriendo? ¿Está habiendo mucha purga interna?
Sharky: Siempre ha habido problemas dentro de las pandillas, y muertos, pero ahora no estamos en eso. A ver, si la Pandilla 18 está pidiendo que no maten a emeeses, que son nuestros rivales a muerte, mucho menos vamos a hacer depuraciones estando en este proceso. Cuando hay un problema, lo que estamos haciendo es dejar a la gente ahí, excluirla de cosas, pero no matarla.
Chino Tres Colas: Las cifras son claras: toda la delincuencia está disminuyendo, no solo los homicidios. Algún pandillero muerto siempre va a haber, pero no porque sea una depuración. Entre miles de pandilleros, muchos de ellos muy jóvenes, siempre puede pasar algo, pero la orden es que no pase.

Hasta donde sé, hay pandilleros activos y clicas enteras que no se sumaron al proceso.
Guasón: En nuestra pandilla todas las estructuras están dentro del proceso. Las pandillas que no se han sumado son la Mirada Loca, la Mao Mao, la Máquina, Los Tridentes, pequeñas pandillas que no entraron porque no se les dio la oportunidad.

Pero esas son independientes. ¿Qué problemas de indisciplina ha tenido el Barrio 18?
Sharky: Dentro de la 18 todos los pandilleros activos estamos dentro del proceso. Hubo algunos problemas al principio, pero los hemos arreglado.

El Barrio 18 estaba partido en dos , R y Sureños, y sigue estándolo. Cada quien cuida sus canchas.
Sharky: Te voy a explicar eso, para que no te confundás. Ahí está sentado el Muerto, que es de Las Palmas, y yo, que soy de La Unión. Y aquí nos ves, sin problemas. Es cierto que hubo diferencias, sé de lo que me estás hablando, me eso ya está arreglado.

La disidencia inicial, algo incluso lógica en una pandilla con decenas de miles de miembros, ¿se está reduciendo está aumentando?
Sharky: Al principio no todos iban a estar de acuerdo, pero se han ido planteando las cosas, esto se ha ido estructurando más, y aquellos homeboys a los que no les parecía el proyecto ahora están viéndolo más claro.
Chino Tres Colas: Acordate que esto se supo de un día para otro, y hay cipotes que solo matar saben y no es tan sencillo que se calmen de un día para otro.

Me aseguran entonces que la oposición interna a la tregua, al menos en el Barrio 18, es menor hoy que hace cuatro meses.
Sharky: Sí, se ha calmado.

Sobre los liderazgos en el Barrio 18. Los que más se dejan ver en las actividades públicas son Viejo Lin y Duque. ¿Son los líderes?
Chino Tres Colas: Ellos son dos de los voceros.

¿Esta entrevista la han tenido que autorizar ellos?
Chino Tres Colas: No, nosotros también somos voceros de la 18.

Más directo: ¿Duque y Viejo Lin saben que estoy aquí ahora?
Sharky: Me imagino que les habrán dicho, pero nosotros no tenemos que pedir autorización a nadie para hablar.

De izquierda a derecha: Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas; José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón; y César Daniel Renderos Díaz, (a) Muerto de Las Palmas. Foto Pau Coll.
 
De izquierda a derecha: Carlos Alberto Rivas Barahona, (a) Chino Tres Colas; José Teodoro Cruz Gómez, (a) Guasón; y César Daniel Renderos Díaz, (a) Muerto de Las Palmas. Foto Pau Coll.

¿Cómo ha evolucionado la relación con el Barrio 18 de Guatemala, de Estados Unidos…?Sharky: Todos somos los mismos números y hay respeto pero, quiérase o no, cada país tiene sus estructuras y sus propios problemas. Nosotros a los demás les comunicamos, les hacemos ver las cosas y les ponemos al tanto de lo que se está haciendo, pero cada quien toma sus decisiones, y a los homeboys de los otros países solo les queda comprenderlas.

¿Esa comprensión también ha mejorado con el paso de las semanas?
Sharky: Es que sucede lo mismo que nuestros homeboys acá. Por años lo que hemos inculcado sobre la otra pandilla es matar y matar, y de repente se les dice: ya no maten. Eso cuesta asimilarlo. Con la MS ha sido décadas de lucha, y cuesta creer que ahora estamos sentados todos en la misma mesa, comiendo o departiendo. Es normal que algunos se hagan preguntas, pero cuando se les explica cómo está la onda, la mayoría se está acoplando.

Otro asunto: sé que sucedió en cancha de la MS, pero quiero preguntarles por el caso de los cinco estudiantes desaparecidos y asesinados en Santa Tecla…
Guasón: Nosotros tenemos toda la buena voluntad de responder preguntas, pero siempre que sean sobre acciones del Barrio 18…
Sharky: Cabal. Lo que ha pasado en Santa Tecla es otro pisto, y no podemos hablar.

La campaña para las presidenciales de 2014 está a la vuelta de la esquina, ¿afectará al proceso?
Chino Tres Colas: Mire, las elecciones a nosotros no nos interesan…
Sharky: De política, sin comentarios mejor.

La última, y la planteo de forma directa aunque sé que podría inferirse de lo que hemos hablado: ¿el compromiso del Barrio 18 con este proceso es firme?
Sharky: Firme, muy firme, y seguimos a la espera de la respuesta del Estado y de la sociedad.

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